martes, 30 de septiembre de 2008

De apariencias

En este entorno donde las apariencias es lo más importante, sólo hace falta algo inusual para poder ver un poco más allá de las narices y darte cuenta de que son pocas las personas que no se relacionan con uno por conveniencia.

1 comentario:

Lisa Gheraldini dijo...

Es difícil ver a través de las personas y más cuando nos encontramos en posiciones de privilegio. A veces los contactos de ese tipo son tan cotidianos que nos enseñan a actuar mecánicamente, para desdicha de otros pocos. Nos volvemos inmunes a los halagos, a las felicitaciones, a las palabras de aliento y finalmente a las caricias… y me refiero a cualquier tipo de caricia, porque además de las manos, las palabras y las miradas también pueden hacerlo. La patanería y sus prácticas nos inyectan de un veneno que mata lentamente nuestra sociabilidad y afabilidad. Es difícil evitarlo.