Aquí descargo pensares

sufro de aflicciones semi-imaginarias,

me gusta nadar contra corriente

y formular mi propio espacio extraordinario.

.

Siento alejado el proceder actual,

necesito un cambio de dimensión

donde me pueda perder en una gélida pasión.

.

Lleno mis oídos de palabras vacías

atormento mis sentidos por placer

¿autodestrucción?

no lo creo, quizá sea sólo un gusto por el caos

y por la ternura cruel del destino.

.

Amante de guerras pérdidas

de caminar sin rumbo

no sin esperanza,

quizá deba cambiar de perspectiva,

quizá tenga otras alternativas

pero el encanto del azar cotidiano es exquisito

¿es tan malo estar fuera de?

y gustar del riesgo.

.

Bienvenidos a la realidad de la desesperanza,

mientras, espero.

Recibí más de cincuenta llamadas,

han tocado a mi puerta muchas veces

y no tengo la más mímima intención de abrir...

.

Algunos se preocupan,

otros no lo notan

pero aquí sigo,

aún vivo

por suerte en estos instantes respiro,

sin importar que aspiro, o cómo.

.

No estoy muerto,

y no planeo estarlo

de hecho estoy sonriente

a pesar de que traigo unos zapatos bastante incómodos.

Cuando no, sí. Cuando sí, no. Cuando quién sabe, pos menos.

Entre lo obscuro de la incertidumbre

el miedo a lo actual

la amenaza del cambio

y unas cosas más

me doy cuenta:

.

siempre hay por que seguir,

y si salta a la vista

aferrate.

El problema es estar al otro lado,
dónde las cosas no son como debieran ser;
no entiendo.
.
Conciencia silenciosa, tenue, invasora
llena de silencio, ventanas
y cerrojos de plástico
¿de que otra forma pudiera ser?.
.
Fallo a los interesados,
camino sin motivos
o respuestas
simplemente hago girar la tuerca
que se afloja y se aprieta a su antojo.

Ojalà me agarraras la mano, para poder sacarte los ojos.

Cómo un personaje fugaz

me entregue a un extraño sueño,

donde era seguro e invencible

ciertamente no fui derrotado

pero llevo a cuestas el precio.

.

Estúpido samurai sin razón

sin cuidado

sin respeto.

.

Despierto y recuerdo vagamente

la cabeza duele

y los gritos apenas comienzan.

Vaya semana me espera.

Sueños

Sí, que lindo y que fácil es soñar y esperar a que pase lo que queremos.

Del Corazón

Cuando se obscureció mi corazón, sólo pude bañarlo en sangre para que recuperara el color, ahora necesito que vuelva a latir.