miércoles, 25 de junio de 2008

El Indecente me lo Dijo

Se despertó por la mañana ilusionado por que antes de comenzar esa rutina, -que hoy en día considera se apiada de él y atenúa su pesadumbre-, podría mirarla, de pronto se dio cuenta que esta sintiendo su calor, entrando por su cálido cuerpo, admitiendo que su respiración atraviese por lo poros e invada su cerebro, nublándolo con sus propias ideas descabelladas e influenciadas por esa parte sentimental sin explicación lógica.

Al pararse de la cama, se asea los riñones, se perfuma el aliento, se prepara y emprende el camino por una nueva experiencia del día hoy en día tan depreciado, que sin embargo el quiere vivir con la misma pasión que mañana y que antier.

Después, un café es el perfecto pretexto para observar detenidamente lo delgado de su cintura y lo delicioso de sus piernas, -inmediatamente piensa en tomarla por la espalda, besar su cuello, morder sus rodillas sin cesar y observar sus ideas-.

El día continúa, al pasar el tiempo inevitable en un jornalero, unos whiskys son la culminación perfecta, la dosis requerida para atenuar esa sensación a través de un estado melancólico sufriendo por no estar desnudos masturbándose,"No siempre se puede todo"- piensa. Pero este buen día no es para reprocharse, mañana la vera desnuda nuevamente y hay una alta probabilidad de que esta vez le penetre los oídos para que pueda verle mejor y estando dentro encuentre fuera el punto donde lo cíclico comience y no pare y se desprenda en una libertad de semen, fluidos vaginales y lamidas de alma.

No hay comentarios: