jueves, 8 de julio de 2010

Aspiro el día gris, me adentro en su melancolía y me dejo entregar al remolino de emociones e ideas. Hoy transito pensando en las decisiones que tomamos, en sus formas, en sus maneras, y me doy cuenta que estoy atrapado en ellas, viviendo sus consecuencias, disfrutando los aciertos, pero solo, aquí, al fin y al cabo, sin necesidad de alguien para este análisis.
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Cada momento es fundamental, siempre tomamos caminos, y en ocasiones, podemos “decidir” al calor de estos momentos, con la certeza de que se hace lo correcto, lamentablemente, no podemos predecir el futuro, es decir, no podemos dar por sentado que las decisiones que tomamos son las correctas y ellas mismas pueden aplastarte al enlistarlas y ver que normalmente nos equivocamos más que lo que acertamos. Me encuentro envuelto en una serie de malas elecciones, salpicadas de aparente felicidad, resultado de la mercadotecnia del modus vivendi actual, entre hedonismo, errores, vacíos, y aprendizajes.
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El verdadero problema de esto, comienza cuando a través de un escrito sin sentido, lo plasmas, lo sientes, lo vives. Ahora te das cuenta y no puedes hacer nada, más que afrontar la situación y dar ese paso, luchar, crecer y ¿Por qué no? Permitirte la felicidad, descartando la ilusión y lo que se intento, valorando lo positivo y principalmente aceptando que las piezas que lanzamos tienen un cierto tiempo para ser armadas y si no se pudo, no se pudo. Es claro, es lo que es. Gran revoltura con urgente necesidad de atención y principalmente valor.

2 comentarios:

aelyn dijo...

Es increíble que escribiste algo muy parecido a lo que yo escribí hace como un mes en "un día del maestro" en mi blog, casi hasta con las mismas palabras, que raro!!, jaja

Sin Explicación dijo...

en serio? donde lo puedo leer? esto lo escribi hace como 3 semanas, cuando comenzaban las lluvias, ya que lea el tuyo te digo algo más jajaja