No importa
si el ventarrón no cesa,
y lo banal domina
y los gritos rasgan.
Circulas por las venas
de esta mente incierta
entre lo real y lo ficticio,
entre el dolor y el placer.
Las satisfacciones añejas
hoy convertidas en carga,
las acepto de a poco,
te tomo de la mano
y camino.
la sumisión
hoy no me da temor,
ni me decepciona
o limita.
Me rindo de estar rendido,
me tienes atrapado
entre gestos,
y
amor
y
pasión,
pensamientos con remitente,
sin espejismos
encontré un oasis en la catarsis,
y no encuentro la salida
porque no quiero salir.
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