jueves, 4 de diciembre de 2008

De búsquedas con/sin sentido

No encontré a nadie
que supiera que decirme,
cuando las pesadillas
se volvieron terrenales
y entre espejismos y obligaciones
me aferré a ciegas.
.
Nadie supo que decirme
cuando asesinaba cucarachas
residentes de viejas construcciones,
refugiado entre escritos
sin lógica ni razón.
.
Hoy me como el aire
y el gas que se fuga de la estufa,
buscando digerir derrotas
y resucitar la conciencia,
retiro estructuras mentales
que causan estragos
a la frágil razón,
a nuestros pensamientos.
.
No hubo nadie,
que rompiera la barrera
y acompañara el recorrido
de la rutina y la soledad,
cruzando el canal imposible
de pensamientos y pasiones
sólo para estar un poco mejor,
sólo como necesidad.
.
Nadie supo que decir
cuándo el dolor se volvió chaleco,
y temí ser como soy ahora,
temí olvidar, pensar
y temí no ser entendido
porque hoy, soy más yo que ayer.
.
No sentí a nadie
y no estoy triste
ni alegre.
Bajo la piel
absorbo mis pesares
y dejo que caiga la lluvia
de los recuerdos imperfectos
y me seco con el presente.
.
No encontré a nadie
porque era imposible,
porque me buscaba a mí
y en el trayecto
fui encontrado
y te guarde
y pude dormir,
andar,
caminar,
sentir
y de nuevo, soñar.

No hay comentarios: