miércoles, 15 de octubre de 2008

¿Felicidad?

He escrito ya algunas cosas sobre la paradoja de trabajar para vivir o vivir para trabajar, que por mi edad, forma de vida, entorno, es un tema recurrente en el cuál quiero ahondar un poco.

Trabajo viene del latín tripalium, que significa litaralmente “tres palos” y era un instrumento de tortura formado por tres estacas a las que se amarraba al reo. Mediante una evolución metafórica, adquirió el sentido de penalidad, molestia, tormento o suceso infeliz. Hoy en día al término se le reconoce como una “ocupación retribuida”, esto se da a través de un pago, que no sé si considerarlo retribución.

En este México actual, donde hay que tener grados académicos y trabajar arduamente para apenas tener un nivel de vida aceptable (en comparación con los países “primermundistas”), el trabajo absorbe y es realmente un estorbo para los que no disfrutan de estar todo el día en él y quieren tener mejor “calidad de vida” pero vayamos por partes.

El trabajo es realmente una necesidad, sin embargo en muchos casos es más necedad, el trabajo puede ocupar todo tu tiempo si así lo permites, crear una adicción más que una necesidad. La adicción al trabajo es una situación real, un trastorno sicológicamente descrito, un desequilibro que todos podemos sufrir sin darnos cuenta, ya que pensamos que si producimos correctamente todo está bien, incluso es bien visto e inversamente proporcional.

En esta situación, ocupamos gran parte de nuestro tiempo al trabajo, viviendo en un constante estrés, cargado de problemas y cumpliendo un papel social determinado, descuidando el aspecto lúdico y sentimental, ganándonos literalmente el pan con el sudor de la frente, ¿cuánto necesitamos sudar?.

Respecto a la felicidad, Aristóteles nos menciona (y que me gusta mucho), que radica en la adquisición de la excelencia (virtud) y de las facultades intelectivas. Por otra parte, actualmente y como preocupación personal aparece el término “calidad de vida”, concepto que se define muy bien como "bienestar subjetivo".

Desde lo anterior, el concepto calidad de vida es considerado como subjetivo, ya que a través de todo el mundo la calidad de vida varía en la cultura en la cual se enmarque, en el espacio y en el tiempo. Por lo tanto, podemos deducir que la calidad de vida depende de la situación y el conjunto de variables y el contexto, para con estos factores buscar la satisfacción personal, las aspiraciones, la cultura y las expectativas personales.

El problema de este embrollo surge cuando analizamos nuestro accionar e intentamos racionalizarlo en busca de una plenitud, ahí es donde se dificulta todo, ¿Cómo lograr que nuestra vida este plena?, ¿Cómo vivir satisfecho?, es muy complicado lograr un estado de ánimo en donde rebasemos los límites de nuestra propia existencia y nos sintamos plenos o por lo menos satisfechos, por lo que estos datos sirven para un análisis pero no dan pie a conclusiones, sin embargo aquí estoy, buscando superar la mera alegría en busca de la quizá utópica desmesurada felicidad.

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